Hace 70 millones años, un primo del Tiranosaurio rex habitaba
Alaska, sin resultar tan aterrador. El hallazgo de unos restos fósiles
parecen indicar que esta especie, hasta ahora desconocida, era
considerablemente más pequeña que sus parientes del sur, que pesaban más
de 6.000 kg y tenían el mordisco más poderoso de todos los animales vivientes o extintos que han pisado alguna vez la Tierra.
Los tiranosaurios, el linaje de los terópodos carnívoros
que incluyen el T. rex, cautivan la imaginación del público por las
descripciones de su tamaño y ferocidad, pero la mayor parte de nuestro
conocimiento sobre este grupo proviene de fósiles de bajas a medias
latitudes de América del Norte y Asia. En el nuevo estudio, los
científicos analizaron el cráneo parcial, el maxilar y la mandíbula
recuperados de la formación de Prince Creek, en el norte de Alaska, y
los compararon con fósiles de especies de tiranosaurios conocidas.