Al principio la mayoría de científicos creía que sí.
ROBERT BAKKER fue el primero que, en
1968, se atrevió a decir lo contrario: que
los dinosaurios eran animales de sangre
caliente igual que los mamíferos.
Al principio nadie le creyó, pero hoy en día
casi todos los científicos están de acuerdo.
¿Quieres saber por qué?
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